1/18/2008

EL AULA DE CLASE


ROMPAMOS PARADIGMAS
Que no haya filas.
Que no haya discriminación.
Que no haya lugar para separarar buenos y malos.
Que no haya pupitres anclados con sillas atadas.
Que no haya tarimas.
Si queremos estar frente a metodologías activas, si queremos desarrollar la creatividad y permitir la expresión de ideas, si queremos experiencias de trabajo en grupo, si queremos educar en y para el trabajo, debemos entender el aula de clase como ese espacio donde el alumno forma su responsabilidad y comparte sentimientos de solidaridad y cooperación, un lugar donde desarrolla sus conocimientos, un lugar donde se comparte experiencias, un lugar donde se abre el espacio para el trabajo, un lugar que se convierte en un verdadero laboratorio o taller, un lugar que trasciende de un espacio físico a un espacio de vida donde la actividad comunitaria es el eje de este hábitat escolar.

El Colegio Freinet considera que una propuesta centrada en la investigación requiere de un ambiente físico y relacional que invite a la participación, a la autogestión, al trabajo, al trabajo en equipo y a la cooperación, todo el sistema escolar debe estar estructurado para que dichas características surjan de manera natural. Por lo anterior debe disponerse de un espacio físico (aula) que provoque a todo esto, con un mobiliario que permita la movilización, (el tener pupitres anclados al suelo, con sillas atadas generan una coacción a la acción física e intelectual).

Las mesas colectivas favorecen el intercambio de puntos de vista y los puestos individuales deben estar ubicados de tal forma que permitan la interacción grupal, la formulación de acuerdos y el logro de conciliaciones.
No deben existir tarimas propias de clases magistrales, transmisionistas o de quienes se creen dueños del conocimiento. El maestro debe permitir y permitirse en su ubicación en el aula como un orientador o facilitador del aprendizaje dando lugar a esa posibilidad de ir a cada grupo y a cada individuo. Las filas no son la forma de mantener el orden y disciplina del aula (eso solo demuestra la incapacidad del maestro en saber organizar).
El aula no debe convertirse en un espacio de discriminación, ni de malos o buenos, ni indisciplinados, ni desorganizados, ni incumplidos, ni perezosos,

El aula de clase debe por si, invitar a las ideas, a preguntar, debe ser, tener y poseer un ambiente intelectual donde cada pared se “vista de proyectos”, como aspecto generador de hipótesis, estrategias de acción y conclusiones acerca del tema de estudio.
El aula de clase debe convertirse en ese espacio lleno de afectos positivos donde cada alumno que integre el grupo sienta la seguridad de ser respetado en su individualidad
El aula de clase debe de ir mas allá de las paredes, debe ser un lugar para el trabajo entendido como esa capacidad de apoderarse y transformar el entorno.